¿Qué le pasó y quién se lo causó? Las interrogantes de los familiares del soldado Jesús Varela

Jesús Varela Martínez, de 20 años, a comienzos del mes de febrero del presente año, ingresó al Ejército Nacional a prestar el servicio militar, sin embargo, el pasado 24 de marzo, tuvo que salir del Batallón de Apoyo y Servicios para el Combate N.°10, en la ciudad en Valledupar, Cesar, por condiciones de salud, de las cuáles aún se desconocen y que son materia de investigación.

El pasado domingo el Comando de la Décima Brigada Blindada, unidad orgánica de la Primera División del Ejército Nacional argumentó que el joven venía sufriendo de ansiedad y se comportaba agresivo, mientras que la familia señaló que Jesús fue víctima de torturas.

“El soldado Jesús Varela Martínez, quien actualmente presta su servicio militar obligatorio en esta Unidad Operativa Menor, comenzó a presentar conductas agresivas en contra de sus superiores y compañeros, razón por la cual se decide brindarle la atención médica en el establecimiento de sanidad militar. Sobre estas situaciones fue notificado de manera inmediata al padre del soldado”, dijo el Ejército en un comunicado.

En ese mismo documento agregó: “es necesario precisar que, en estas dos instancias, según el parte médico, el soldado Varela fue diagnosticado con un cuadro de ansiedad. Una vez trasladado a las instalaciones de la clínica, donde se verificaría su estado de salud, sus familiares presentaron actos de agresividad contra el personal de la entidad, y se llevaron en forma arbitraria al soldado, estando bajo custodia del personal médico”, señaló el Ejército en un comunicado.

Frente a estos señalamientos por parte del Ejército, la familia del soldado Varela Martínez, respondió a través del abogado Kevin Bermúdez.

El abogado relató que el joven, oriundo de Riohacha, ingresó el pasado 4 de febrero al Batallón de Apoyo y Servicios para el Combate N.°10. “Jesús estaba alegre por ingresar al Ejército, hasta ese día todo estaba bien, era felicidad en la familia”.

Indicó, que el 14 de marzo, el padre del joven perdió comunicación con Jesús, “ellos hablan constantemente, pero luego de ese día no lo hicieron más”.

Señaló que 10 días después, el Ejército se comunicó con el padre de Jesús y le dijeron que debía acercarse al batallón porque su hijo estaba agresivo.

“Cerca de las 9:00 de la mañana del siguiente día, el padre de Jesús se acercó al batallón y me cuenta que le trajeron a su hijo cargado, éste no lo reconocía, estaba amarillo, descompensado, tenía los ojos rojos. Un trabajador del dispensario le dijo que su hijo presentaba los ojos rojos porque no dormía…El padre comenzó a reparar a Jesús y lo vio con golpes, incluso, en su momento de lucidez, Jesús le dijo que lo habían golpeado y le nombró algunos cargos de quienes eran los responsables de su estado de salud”.  

El abogado, basado en el testimonio del padre del joven militar, explicó que a Jesús en esos momentos le dieron un medicamento que le provocaron convulsiones, “perdió el habla, se orinó solo. Desde el batallón se llevó a su hijo a la Clínica Aura Daniela de Valledupar, allí lo tuvieron un rato, pero este centro asistencial no cuenta con especialistas por lo que lo trasladaron al hospital Pumarejo López, también ubicado en la capital de Cesar. En la ‘Aura Daniela’ pusieron trabas para darle la salida al joven, argumentaron que no tenían sistema y a los familiares le tocó llenar unos formatos a mano, tan malo fue el servicio, que el joven salió cargado y no en silla de ruedas o camilla”, expuso el abogado.

Manifestó que los médicos del ‘Pumarejo López’, al observar a Jesús, dijeron que presentaba síntomas de tortura, “que esos ojos rojos no los tiene por trasnocho sino por asfixia, esa hace que se le rompan los vasos… Estando en este centro asistencial se presentó la denuncia”.

Bermúdez añadió que el Ejército al conocer que el joven estaba recluido en ese hospital, envió a un soldado, “no sabemos con qué propósito, lo cierto es que Jesús al verlo, se puso nervioso y el soldado, que no estaba uniformado, que no presentó documentos, nunca respondió con exactitud del porqué ingresó a la habitación de Jesús. La familia lo tomó como una presunta amenaza de alguien del batallón que no quiere que se sepa lo que verdaderamente ocurrió allá”.

El abogado dijo que a pesar de que la salud de Jesús iba en mejoría, los médicos del hospital le prohibieron a la familia verlo. “Él no estaba agresivo, al contrario, estaba contando poco a poco lo que le había sucedido en el Ejército”.

Kevin Bermúdez argumentó que frente a este caso existen muchos aspectos irregularidades: desde que no tienen una historia clínica del joven y hasta la condición en que lo entregaron, cuando él era un joven sano, acostumbrado a hacer deportes y añadió que seguirán con las investigaciones con el objetivo de saber ¿qué fue lo que verdaderamente le pasó a Jesús y quién se lo causó?